EL LARGO RECORRIDO DEL TIBURÓN BALLENA
Es un día soleado de junio, la lancha de la excursión ha quedado detenida en medio de un mar azul, a cada costado el lomo oscuro con manchas blancas de un tiburón ballena se vislumbra a menos de medio metro bajo la superficie. Uno de ellos mide unos seis metros de largo, el otro es bastante mayor, tal vez alcanza los diez metros. Parecen inmóviles, nadan lento mientras sus poderosas branquias succionan litros de agua para filtrar el plancton.
¿De dónde vienen? ¿Dónde permanecen entre septiembre y mayo? Éstas son preguntas que no sólo tienen un interés científico, sus respuestas también deberán servir para proteger a esta especie.
El rastreo del tiburón ballena
Durante los últimos años las instituciones científicas han aprovechado las tecnologías de seguimiento satelital para identificar los movimientos de animales migratorios. El personal coloca un dispositivo rastreador, generalmente prendido de una aleta, de modo que no estorbe la natación del pez. Después, mediante GPS, en una base de datos se registran las posiciones del rastreador. A veces el rastreador permite identificar también otros datos, como la profundidad o la temperatura del agua en que se encuentra el ejemplar. Al procesar los datos es posible elaborar un mapa de la trayectoria seguida por el tiburón ballena e identificar los patrones de sus desplazamientos.
¿Dónde están las hembras?
Las excursiones que salen de Cozumel o de Isla Mujeres casi siempre encuentran más de un ejemplar, lo cual nos habla de una población abundante de tiburones ballena en el Caribe mexicano, de al menos 800 peces por estación en la punta norte de la península de Yucatán, según los científicos. Sin embargo, los especialistas han determinado que el 70% de los tiburones ballena de esta región son machos. Por supuesto, no es posible pensar que ésta sea la norma en la distribución sexual de esta especie, de modo que una pregunta que se ha buscado responder mediante el rastreo es ésa: ¿dónde se encuentran las hembras?
¿A dónde va el tiburón ballena? ¿Y por qué tan rápido?
Un estudio del tiburón ballena permitió rastrear a una hembra de 7.5 metros desde las costas de Quintana Roo en un recorrido de 7 772 kilómetros hacia el centro del Atlántico, hasta que se perdió la señal del rastreador apenas al sur del Ecuador y a mil kilómetros de las costas brasileñas. Esta hembra joven, apodada Rio Lady, ha hecho pensar a los científicos que su asombroso viaje de 150 días está motivado por actividades reproductivas. Es decir, muy probablemente las zonas de cortejo, apareamiento y reproducción están en medio del océano, y quizás varias decenas de metros por debajo de la superficie, lejos de las miradas y los instrumentos de los investigadores. Tal vez por esa razón sólo los machos (y tal vez las hembras que no están en edad o condición de reproducirse) viajan al Caribe mexicano a alimentarse.
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